domingo, 31 de enero de 2010

Pies pequeños, grandes pasos...


Impregnando el papel con lágrimas de tinta esperando hayar la respuesta a todas las incognitas del
gran problema matemático, del propio error humano... Miro folios atrás y leo grandezas, reflexiones,
huelo el perfecto aroma de la inocencia, puedo hasta tocar los verbos que escribía. Hoy no puedo
retomar todo aquello, por que desvanezco de dolor, de debilidad, de incomprensión...Nos pasamos
la vida escribiendo un libro al que ni siquiera le ponemos título. Siempre buscando la perfección
global olvidándonos de la verdadera esencia de la vida, olvidándonos de lo que un día nos hizo
temblar de emoción, de pasión...El tiempo no nos hace inteligentes, nos hace soberbios y
superficiales; quiero volver a columpiarme en ese sueño que parecía tan real, quiero volver a amar
y dejarme el aliento corriendo por ir a buscarte. Me niego una vez más a dejarle paso a la decepción
y a la ira para que pisotee todo el camino labrado. Necesito que entiendas, que ningún esfuerzo
es en vano excepto mi esfuerzo por que me aceptes. Un camino pedregoso hace que los pies se quiebren
y les cueste más avanzar, pero no significa que no den pasos.